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La virgen de la muralla

Madrid, por tradición de sus mayores,
busca su imagen con devota pena
donde los africanos vencedores
tenían de su trigo la almudena.
El muro produciendo varias flores
por los resquicios de la tierra amena,
con letras de colores parecía
que les mostraba el nombre de María

Lope de Vega


Otra de las leyendas más conocidas es la que rodea a la Virgen de la Almudena. Se cuenta que cuando el apóstol Santiago se vino para España a evangelizarnos, se trajo con él una escultura de la Virgen. Habría sido tallada por San Nicodemus y pintada por San Lucas cuando ésta aún vivía. Cuando San Calocero, uno de los discípulos del apóstol, se asentó en la villa para predicar, depositó la imagen en la Iglesia de Santa María para que los madrileños pudieran demostrarle su devoción. Y así se dice que lo hicieron durante muchos siglos.

Aunque era aún una villa insignificante que apenas contaba cuatro gatos, los musulmanes encontraron en el siglo VIII que su situación estratégica era muy buena, y decidieron establecerse en ella. Se dice que entonces los cristianos madrileños, temerosos de que la talla pudiera ser profanada, la ocultaron en un cubo de la muralla. La colocaron en el nicho con dos velas encendidas y luego lo tapiaron para disimular el escondite.

Tres siglos más tarde, en 1085, Alfonso VI de Castilla, El Bravo, reconquistó Toledo y expulsó a los musulmanes de Madrid. Además de ordenar que la mezquita donde una vez había estado el templo dedicado a la Virgen recuperara el culto original, como estaba al corriente de la ocultación de la talla, ordenó que se investigase su ubicación exacta. Pero el tiempo no pasa en balde, y ya nadie sabía su paradero.

Así que recurrió a la ayuda divina. Rezaron los madrileños durante nueve días con sus noches para que la Virgen les indicase el camino. El noveno día, 9 de noviembre de 1085, se organizó una procesión hasta la Iglesia de Santa María, pasando por los posibles lugares de la muralla donde se podía encontrar.
Cuentan las crónicas que en esta procesión iban, además de don Alfonso VI de Castilla, el rey don Sancho de Aragón y de Navarra, el infante don Fernando y el famoso Cid Campeador, don Rodrigo Díaz de Vivar.

Según la leyenda, cuando la comitiva hubo llegado a la Cuesta de la Vega, el muro se abrió de súbito. En el hueco de la muralla, alumbrada aún por las dos velas que la acompañaron en su retiro, se encontraba la imagen de la Virgen. Desde aquel día se la llamó
Virgen de la Almudena, por haber estado oculta en el lugar llamado por los musulmanes almudín, que significa "depósito del trigo". También desde entonces se la considera patrona de Madrid.

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12 comentarios:

Blogger kusipi dijo...

Las leyendas me gustan, pero no siempre hacen justicia...Madrid es lo que es gracias a esos musulmanes (los que podían haber porfanado a la virgen) que vieron en ella un enclave privilegiado...
Almudena, un nombre que combina el Madrid castizo, y el árabe...me encanta!!

9 de noviembre de 2005, 16:06  
Blogger piradaperdida dijo...

y que lo digas... de todos modos es una virgen muy mora, no por nada se la llama "la de tez morena", además de que su nombre sea árabe

9 de noviembre de 2005, 16:10  
Blogger piradaperdida dijo...

¡enhorabuena! ummmmm mejor debería aplicarme en el concurso, porque ahora habrá muchos participantes ;)

9 de noviembre de 2005, 21:57  
Blogger Cenicienta dijo...

Jo, me gusta la otra más...
de todas formas es un bonito nombre. Mi hermana se llama así, pero no por la Virgen... ¡¡sino por una presentadora del telediario!!! JEjeje. Es que cuado aprendí a leer lo ví en la tele, nunca antes lo había leído, y mi madre estaba embarazadísisma, se lo dije... y bueno, Almudena se llama

jeje

10 de noviembre de 2005, 12:01  
Blogger piradaperdida dijo...

la del burro es muy tierna :) nunca la había oído

jajaja la historia del nombre de tu hermana es tremenda. Á mí me pasó algo parecido con un perro. Era de Toledo y mi padre le quería llamar Tancredo (pobre criatura... aunque pensaba llamarle siempre Tan que sí que mola, lo de Tancredo es terrible).

Yo tenía casi 3 años y mi padre me debió decir algo así como que era de Toledo, así que era bolo. Empecé a llamarle Bolo y con Bolo se quedó. Lo bueno es que mi padre ha cazado muchos años en Toledo y claro, al ir por los montes gritando: boloooo, los lugareños se mosqueaban un poco jajajaja

10 de noviembre de 2005, 12:25  
Blogger Cenicienta dijo...

Vale, con un perro es normal... pero con una hermana... la verdad es que ella no se ha quejado.
Tancredo... qué ocurrencias

10 de noviembre de 2005, 14:02  
Blogger Sergio dijo...

Es que no conoces a su padre. Una bellísima persona, por cierto.

10 de noviembre de 2005, 14:38  
Blogger Cenicienta dijo...

Pelota

10 de noviembre de 2005, 16:56  
Blogger piradaperdida dijo...

XD sí que lo es, pero no por ello mi padre deja de ser una bellísima persona :P

10 de noviembre de 2005, 16:58  
Blogger DaNy Arceo dijo...

Quien no conoce a Ernesto... se pierde mucho de esta vida.

11 de noviembre de 2005, 12:35  
Blogger DaNy Arceo dijo...

Y con la cara de Roy os lo digo------>

11 de noviembre de 2005, 12:36  
Blogger piradaperdida dijo...

jajajajajajajaja el comentario friki del día ^_^

11 de noviembre de 2005, 14:32  

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