Chema Madoz S/T

Alcantarillas con vocación de escurreplatos, cucharas con alma de tenedor, dados efímeros, tirachinas cargados de egocentrismo, escaleras que conducen a otras dimensiones, cerillas termométricas y genéticas, violines suicidas... hasta el 21 de mayo, la Fundación Telefónica presenta una exposición antológica de la obra de Chema Madoz (Madrid, 1958) en su sala de exposiciones de la calle Gran Vía, 28.

Madoz es un retratista de las ilusiones, un artificiero artesano que huye del retoque digital . Antes recorre cien madererías buscando la veta apropiada a su sueño que re-escalar cualquier veta que tenga la forma apropiada. Amante del blanco y negro, recurre a los objetos para crear analogías, metáforas, metonimias y paradojas igual que si trabajara con palabras. Su producción fotográfica le ha valido el Premio Nacional de Fotografía del año 2000.

Objetos con esencias trasladadas, que sueñan haber sido otra cosa. Igual que Chuang Tzu cuando soñaba que era una mariposa y de pronto no sabía si era una mariposa que soñaba que era Chuang Tzu.

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